Buenas a todos y todas de nuevo.
Antes que nada quiero agradeceros los numerosos comentarios que habeis hecho a la primera entrada. Me han gustado mucho, me han sacado una sonrisa, y por supuesto, los he leido todos, varias veces.
Deciros que he tardao en escribir de nuevo, lo siento, se que estabais impacientes, pero aquí de nuevo os traigo la segunda entrada. En verdad, como estas dos semanas he experimentado bastantes cosillas variadas, la entrada va a ser un batiburrillo de cosas, pero espero darle algo de coherencia, o no.
Bueno, esta semana pasada tuve la oportunidad de ir con un equipo de Cáritas a ver un trabajo de realización de unas encuestas a productores y productoras de diferentes comunidades, pertenecientes a la provincia de Huancavelica. Bueno, lo cierto es que pude tener la suerte de ver parte del Perú real, olvidado y escondido pero real. Visitamos algunas comunidades rurales, como Occoro, Tambraico, donde la gente vive de su chacrita (terrenito), que apenas da para unas papas, que fundamentalmente van destinadas al consumo familiar, ya que como escuché de un productor, la papa se paga el kilo a 0,80 cms de sol, lo que hace que no merezca la pena venderla. Lo cierto es que el proyecto que se realizó, entre otras cosas, iba destinado al cultivo de la quinua, un cereal autóctono de alto valor nutritivo, y que se puede vender a 4/5 soles el kilo.
Realmente la gente vive aquí en unas condiciones bastante complicadas. Unos servicios de salud que, en el mejor de los casos consiste en una posta de salud, un edificio viejo sin luz, como era el caso del centro de Tambraico. Eso me contó el chico enfermero que allí trabajaba. Y nosotr@s nos quejamos de la seguridad social en España.
Por otra parte, la gente no tiene ni luz ni agua caliente en sus casas. Algun@ puede decir, que el agua caliente es una pijería de los desarrollados. Yo creo que el hecho de que la gente se acostumbre al agua fría, y no necesite la caliente no quiere decir que no la deba tener. No se ustedes pero me prefiero bañar con agua calentita, menos en verano. Tampoco el acceso a la escuela es fácil. Mientras ibamos por las "carreteras" (caminos de tierra en muy mal estado) veía a muchos niños y niñas que iban caminando por los mismos accesos, que en su momento estaban de fango hasta los topes, hacia el colegio, o viniendo de él. Aún así, pude ver que muchos de ell@s sí van a la escuela, y juegan felices en la calle, a la hora del recreo.
Bueno, la verdad es que me impresionó muchísimo todo aquello. Me iba de los sitios con un sabor agridulce, y me quedé con los rostros de las personas que allí viven. A pesar de que en muchas ocasiones tenía que usar el zoom, porque les da vergüenza ser fotografiados. Por otra parte, yo era todo un espectáculo para ell@s, se quedaban mirándome muy fíjamente, como pensando "¿y este gringo que hace aquí?" jeje la verdad es que me daba mucha vergüenza que me miraran tanto.
En fin, lo cierto es que la realidad en esta parte del mundo es bien dura, y me hace reflexionar sobre lo afortunado que uno puede llegar a ser, viviendo donde vive, y como muchas veces nos quejamos de vicio, y tal vez no atendemos a las cosas importantes en su justa medida. Lo triste de esto es que pasará mucho tiempo para que la cosa pueda cambiar notablemente para estas personas, pero lo que tengo claro es que no se puede dejar de trabajar para que estas personas, y tantas otras desperdigadas por esta región, consigan mejorar su calidad de vida, sin que ello signifique tener un televisor, o un frigorífico, como nosotr@s ya exigimos, sino más bien obteniendo simplemente una canasta de alimentos variada y nutritiva para que puedan comer. Aún queda mucho por hacer.
Pero bueno, como no quiero acabar esto con una nota amarga y triste, voy a poneros imágenes de Mixtura, un festival gastronómico que se viene celebrando desde hace 4 años en Lima, al que acuden tropocientas mil personas, y donde puedes degustar los platos típicos y no tan típicos de la maravillosa gastronomía peruana, muy rica por cierto. A los peruan@s no les puede faltar el ají, que es un chile que pica como to sus...que yo no puedo aguantar, pero que se lo echan a todo lo que comen.
Estuve con los Eduardos de Lima, dos chicos que son muy buena gente que, además me llevaron a comprarme unos botines, porque aquí en Huancavelica no ha llegado la talla 44. Estuvimos en Mixtura el último día, y estaba empetracao (mucho más que empetao) de gente. Pero aunque era caro, comimos lo que pudimos, y nos fuimos con la barriga bien a gusto para casa. Tuvimos el fallo de acordarnos de hacer foto a las comidas cuando ya nos la habíamos tragado, jaja, nos paso siempre menos con las tartas.
Bueno, ya por último, y os dejo ya, recomendaros una película que he visto este finde con Montse y Jacky, mis apañeras en Huancavelica. Voces inocentes, una película que va de la lucha de los rebeldes contra el gobierno en El Salvador de los años 80. Realmente buena e impactante. Me acordé al verla de mi compañero Adalberto, no se si la habrás visto. Un saludo a tí y a tod@s los hegoistas repartidos por América!!
Mejor os recomiendo también otra que va del Perú, Altiplano. Trata como viven las comunidades en la sierra, entre gringos que intentan ayudar en lo que pueden, sus tradiciones, y la puñetera minera que les jode la salud con la contaminación. Creo que está muy bien como refleja el problema, que es realidad contínua, aunque es tela de rara, y hubo cosas que no entendí.
Hasta la próxima huancaentrada!! Espero ansioso vuestros comentarios!!